MODELO DE LIDERAZGO SITUACIONAL DE HERSEY Y BLANCHARD.
El día de
hoy nos
centraremos en el enfoque que resalta la importancia de la situación para
comprender el tema de liderazgo. Dentro de este enfoque también conocido como
contingente encontramos distintas pero hoy abordaremos la teoría de liderazgo situacional o ciclo de vida.
TEORÍA LIDERAZGO SITUACIONAL O CICLO DE VIDA.
Paul Hersey y Ken Blanchard desarrollaron
el modelo de liderazgo situacional cuya tesis principal propone que el
responsable de dirigir un grupo debe variar su forma de interactuar y abordar
las tareas en función de las condiciones de sus colaboradores. La
efectividad del liderazgo se obtiene mediante el ajuste del estilo del liderazgo
con el nivel de madurez o de preparación. Dicho en otras palabras, el líder
debe evaluar y examinar el nivel de preparación de los integrantes del grupo para
saber cómo trabajar con ellos, recompensarlos y fomentar la participación y la
comunicación de un modo bidireccional.
Es
necesario hacer una aclaración conceptual con respecto a la Teoría de Liderazgo
Situacional (TLS). Según sus autores, esta es una teoría sobre el liderazgo y
no sobre la dirección. Para Hersey y Blanchard el director es un individuo que ocupa
una posición formal en una organización y es responsable del trabajo de al
menos una persona y tiene autoridad formal y legal sobre ésta. El liderazgo es
sin embargo un concepto más amplio en tanto que en él pueden incluirse los
contextos formales e informales. Es por ello que esta teoría puede aplicarse en
cualquier situación donde una persona (líder) tenga influencia sobre otra
(seguidor).
El estilo
de liderazgo del líder es definido por combinación de dos dimensiones. La primera es
llamada Comportamiento de Tarea y hace referencia al grado en el que el líder
detalla las responsabilidades de los miembro del grupo, aquí el líder debe
explicar cómo se hace la tarea, cuando y donde. La segunda dimensión es
conocida como Comportamiento de Relación y hace referencia al grado en el que
el líder practica una comunicación bidireccional, aquí debe escuchar y respaldar
a los seguidores. (Sanchez y Rodriguez, 2010).
Autores
como Fiedler consideran que el estilo de liderazgo de una persona refleja su
estructura motivacional y sus necesidades básicas. El modo, por ejemplo, en que
un dirigente se comporta en el trabajo con su personal puede reflejar lo que es
prioritario o relevante para él, es decir, sí es mejor el comportamiento de
tarea o el de relación. Si para él lo prioritario es la comunicación se ocupara
de la asignación de responsabilidades en segunda instancia. Es por ello
fundamental prestar especial atención a los rasgos de personalidad del líder en
tanto que influyen significativamente.
Con base a la forma dicotómica (alta o baja) en que se presenten las dimensiones de comportamiento de tarea y comportamiento de relación se obtendrán cuatro estilos de liderazgo posibles. Sánchez y Rodriguez (2010):
E1 (Dirigir) se caracteriza por un comportamiento alto en tarea y bajo en relación, dar instrucciones específicas y supervisar de cerca el desempeño; E2 (Persuadir) se reconoce porque ambos comportamientos están por encima del promedio, explicar las decisiones y dar la oportunidad de hacer aclaraciones; E3 (Participar) se caracteriza por un alto comportamiento de relación, mientras que el comportamiento de tarea es bajo, compartir ideas y facilitar la toma de decisiones; y E4 (Delegar) es el que muestra un líder cuando tanto el comportamiento de tarea como el de relación están por debajo del promedio, ceder la responsabilidad de las decisiones y su puesta en práctica. (p.29).
Según lo anterior, se identifican por lo tanto 4 estilos: dirigir, persuadir, participar y delegar.
- El líder que dirige es aquel que ordena, su
participación es activa con poca implicación personal, da órdenes precisas y
supervisa de cerca.
- El líder que
persuade dirige y apoya al mismo tiempo, permite aclaraciones y da
explicaciones de las decisiones que toma, intenta convencer a sus seguidores y
les da motivación.
- El líder que participa comparte las decisiones con
sus miembros para implicarlos, es muy activo en la comunicación, se involucra e
involucra al personal.
- El líder que delega apoya a la distancia, observa y
supervisa, permite que otros tomen decisiones, les muestra confianza a sus
seguidores.
Estos
cuatro estilos de liderazgo propuestos por la TLS debe ser aplicados teniendo
en cuenta la situación. En esta teoría cuando hablamos de situación nos
referimos específicamente a los seguidores y su nivel de madurez, esto quiere
decir que dependiendo el nivel de madurez de los miembros del grupo es que se decide cuál de
estos cuatro estilos adoptar.
MADUREZ EN LA TEORÍA DE LIDERAZGO SITUACIONAL.
La
variable madurez en la TLS se mide sólo en relación con una tarea específica
desempeñada por un miembro. Esto sugiere que una persona no es madura o
inmadura en términos generales, sino para tareas específicos. El subordinado
puede ser más maduro para ciertos aspectos y menos para otros. De este modo la
madurez se presenta como una cualidad personal de cada uno de los seguidores
que el líder debe valorar para cada objetivo. La madurez del seguidor incluye
dos elementos que son la “madurez para el puesto”, referida a las habilidades,
la experiencia, el conocimiento técnico y capacidad para hacer la tarea y la “madurez
psicológica” referida a la confianza y motivación de cada quien.
La madurez se divide en 4 tipos dependiendo de la “madurez para el puesto o capacidad” y la “madurez psicológica o motivación”. Sánchez y Rodríguez (2010) dicen:
(…) la madurez del seguidor se divide en cuatro niveles (M1 o madurez baja, M2 o madurez de baja a moderada, M3 o madurez de moderada a alta y M4 o madurez alta). M1 implica que tanto la motivación como la capacidad son bajas; M2 significa que la capacidad es baja pero la motivación es alta; M3 es la situación en la que el seguidor presenta poca motivación pero mucha capacidad y, por último, en M4 el seguidor cuenta con alta capacidad y alta motivación. (p.30).
Así, la
efectividad en la TLS según Hersey y Blanchard se mide con base al grado de
ajuste que hay entre el estilo que emplea el líder para tratar a sus seguidores
y el nivel de madurez de los mismos. Es por ello que a cada nivel de madurez le
corresponde un estilo de liderazgo específico:
Madurez
1- Estilo 1- Dirigir
Madurez 2-
Estilo 2- Persuadir
Madurez
3- Estilo 3- Participar
Madurez
4- Estilo 4- Delegar
La TLS propone que el liderazgo es efectivo cuando se produce el ajuste entre el estilo de liderazgo y el nivel de madurez de los seguidores, el líder ayuda al desarrollo de la madurez lo que implica que el éste deberá acomodar de nuevo su comportamiento al nuevo nivel de madurez de los miembros, es decir, debe adaptar su estilo al nivel cambiante de madurez de sus seguidores.
PODER EN LA TEORÍA DE LIDERAZGO SITUACIONAL.
Ahora
bien, además de determinar que estilo de liderazgo se ejercer a partir del
nivel de madurez de los miembros, también se determina la base de poder que debería
emplear el líder para inducir la obediencia o influir en el comportamiento.
Se pueden
presentar siete formas de poder:
1. El poder de coerción que está basado en el
temor. Los seguidores consienten a las demandas del líder porque están
intimidados.
2. El poder
de relación fundado sobre las relaciones que mantiene el líder con personas
importantes o influyentes de las cuáles el empleado desearía obtener los
favores.
3. El poder
experto depende de las capacidades, conocimientos y habilidades de experto que
tiene el líder y que generan el respeto de los seguidores.
4. El poder
de información basado en el acceso a las informaciones que posee el líder.
5. El poder
legítimo fundado en el puesto mismo del líder que le permite influenciar a los
otros porque ellos le reconocen el derecho
6. El poder
de referencia basado en los rasgos de personalidad del líder. Los miembros son
influenciados por el líder porque lo quieren, lo admiran o se identifican con
él.
7. El poder de recompensa referido a la capacidad que tiene el líder de recompensar los comportamientos de los otros a través de incentivos. (Begazo, 2011).
Ahora veamos que estilo de liderazgo y nivel de madurez se presenta en cada tipo de poder:
El poder de coerción: M1: incapaz y no
preparado, el estilo apropiado es E1 dirigir.
El poder de relación: Entre M1 y M2, es
necesario combinar los estilos E1 (dirigir) y E2 (persuadir).
El poder de recompensa: Para el empleado
de un nivel de madurez entre bajo y moderado, el estilo de liderazgo E2
(persuadir) puede ser reforzado por el poder de recompensa.
El poder legítimo: M2 y M3 son los
estilos E2 (persuadir) y E3 (participar). El poder legítimo apoya esos dos
estilos.
El poder de referencia: El nivel de
madurez se sitúa entre moderado y elevado (M3) no tiene necesidad de mucha
dirección, pero requiere aún mucho apoyo y comunicación del líder. El estilo de
liderazgo E3 (participar) apropiado a este nivel de madurez
El poder de información: Un nivel de madurez
por encima de la media (M3 y M4) son los estilos E3 (participar) y E4
(delegar).
El poder
experto: El empleado que manifiesta un
alto grado de madurez (M4) está a la vez preparado y posee la capacidad de
asumir sus responsabilidades y responder mejor al estilo E4 (delegar). (Begazo,
2011).
El modelo
de liderazgo situacional tiene varias fortalezas como por ejemplo su capacidad
intuitiva, pues con pocos elementos presenta relaciones entre variables para
explicar el liderazgo y su efectividad. También destaca el hecho de que es uno de los modelos
más presentes y divulgados en la formación de directivos en las Escuelas de
Negocios como también es muy utilizado en el medio académico.
Este modelo
tiene un impacto significativo en el campo la investigación en el contexto de
las organizaciones en general y sobre el liderazgo en específico. También ha
destacado mucho por hacer énfasis en la
flexibilidad de la persona que ocupa una posición para influir en el
comportamiento de otros dado que esto posibilita que se atiendan las
necesidades de tanto de los líderes como de los miembros del grupo.
Referencias Bibliográficas.
Sánchez. J.C. Psicología de los grupos: Teorías, procesos y aplicaciones. Mcgraw-Hill. España. 2002. ISBN 9788448136581.
Sánchez, Santa-Bárbara, E. (2000). Teoría del Liderazgo Situacional en la administración local: validez del modelo. Psicothema, 12 (3), 435-439.
Santa-Bárbara, E. S., & Fernández, A. R. (2010). 40 Años de la teoría del liderazgo situacional: una revisión. Revista Latinoamericana De Psicología, 42(1), 25-39.
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